Postergaciones

Es complejo pensar en la madre y pensar en que sea una carga.

Es una vieja exquisita… bueno, no sé si tan vieja (tiene 70 años) porque además tiene una vida social inagotable y pertenece a cuanto club y asociación de la Tercera Edad hay acá, donde vivo. En mi blog 1.0 hablé alguna vez de ella y de mis postergaciones… pero cada vez se vuelve más complicada esta situación.

Lamentable o afortunadamente (depende del prisma con que se mire) ella depende de mi, económicamente hablando, y yo con mucho esfuerzo, puedo darle una vida tranquila, no llena de comodidades quizás, pero nada le falta. Su pensión es muy baja como para mantenerse ella sola, entonces sea como sea debemos vivir juntas. Mi hermano emigró hace ya algunos años del nido materno, vive en la capital y la verdad, no tengo mucho apoyo de él.

El tema es que cada vez tengo más ansias de anidar… con mi princesita. Ya tenemos 30 y 31 años, una relación de casi 3 años que se ha ido consolidando mucho con el tiempo, y hemos sorteado diferentes dificultades, pero hemos sabido salir adelante. Sin embargo, ella tiene amplias (todas, en realidad) posibilidades de emigrar, de salir, de poder poner fechas y agarrar un par de pilchas y partir donde sea. Pero ella espera, paciente, a que yo solucione mis temas y podamos, finalmente, formar nuestro espacio juntas.

Nuestro horizonte se erige en la posibilidad de irnos al extranjero. Mi madre no sabe de mi relación, claro está, y además de tener que mentir de vez en cuando para poder estar juntas, la alternativa de irnos también pasa por tener que mentir.

Mi jilguerito es paciente… tan paciente que sé que puede esperar, pero es acaso la idea esperar a tener 50 años para poder hacer nuestra vida? Le he planteado a mi mamá la posibilidad de irme (sola, obvio), y ella no me hace problemas, cree que es una alternativa válida para encontrar “novio” y mayores expectativas laborales también… pero lamentablemente la guita no alcanza, y si bien no tengo grandes deudas, irme implicaría dejar varios meses de renta pagados como para tener tiempo de encontrar laburo en el extranjero y poder mandar dinero para acá. Pienso que mi hermano me ayudaría con al cuentas de la mamá, pero prefiero pensar en que estoy sola en esto, ya que él de pronto se fantasmea y me deja sola a cargo del barco, y por eso mismo, prefiero tener la certeza de que por mi, ella estará tranquila.

Bueno, tengo un tremendo pedazo de mujer a mi lado… mi nena entiende todo, pero sé que también está tan ansiosa como yo de poder hacer familia, tener nuestras cosas, casarnos formalmente, construir ramita a ramita nuestro nidito.

Bueno, estoy trabajando en acortar los plazos y poder partir… es triste la sensación de culpa que tengo acá dentro al pensar en mi mamá… a pesar de ser una mujer muy fuerte y sana gracias a Dios, la sensación de abandonarla para poder hacer mi vida como ella justamente no querría (con una mujer, claro) me hace tener el corazón culposo y agobiado.