Esto de ser provinciana...

A través de del portal Rompiendo el Silencio y sus listas nos enteramos que el mítico “Amor del Bueno”, un local sólo para chicas gay, había reabierto sus puertas en el Barrio Bellavista y decidimos ir a conocerlo. Hace unos meses habíamos intentado buscarlo sin resultados, así es que con un poco de guita extra agarramos nuestras pilchas y partimos.
El restorán, otra cosa. Gloria, su dueña, una tremenda mujer, nos recibió como buena dueña de casa a eso de las 10, cuando llegamos al local. Decorado con muchísimo gusto, en colores tierra, y ambientado con rincones dedicados a diferentes mujeres en el ámbito mundial. Así, había un rincón de Gabriela Mistral (donde nos sentamos), otro de las mujeres en la política, otro de las mujeres en el mundo, etc. Ella tiene una mirada sabia de quien ha vivido intensamente la vida, y a ratos se sentó con nosotras para compartir su vida, y nosotras también contarle un poco de estos casi 3 años de vida juntas. En el paso de la noche fueron llegando más mujeres, hasta que cerca de la 1 había muchas mesas con varios grupos, el ambiente era buenísimo, la verdad, todo un agrado. Tomamos un cabernet y comimos un exquisito antipasto; para quien pueda ir, está en Ernesto Pinto Lagarrigue 257, en el Barrio Bellavista
Después decidimos, ya que estábamos ahí, ir a conocer otro espacio también dedicado sólo a mujeres, una discoteque que se llama “Femme”, en la calle Bombero Núñez 169, a pocas cuadras de “Amor del Bueno”. En Viña estamos muy mal acostumbrados a los “free pass” y a los “happy hours”, y bueno, no es ningún secreto que en Santiago estos conceptos existen en ciertas ocasiones, y si llegaste tarde, tienes que estar dispuesta a pagar el precio, y bueno, como llegamos pasadas las 2 de la mañana, sabíamos que no tendríamos alternativa. Llegamos a la discoteque, y ya desde la entrada todo fue impactante. Muy fashion, o sea, súper fashion; nuestra experiencia en Viña en discoteques de ambiente era muy diferente a lo que estábamos a punto de vivir.
En la caja, una señora muy elegante y unos guardias muy MIB bien producidos, junto a un letrero que rezaba “$8.000 por persona con cover” Bueno, ya estábamos ahí, así es que entramos a este mundo Femme. La discoteque no muy grande, pero muy bien ambientada, de 2 pisos, con una bar en cada nivel, proyecciones de videos y sólo chicas atendiendo en la barra. Lo más curioso es que bueno, como en Santiago vive la mitad de Chile, hay muchos lugares donde ir, la diversidad es amplia, pero entrar a un local donde había sólo parejas de mujeres fue increíble. De todas las edades, de todos los estilos de fauna (como lo que describí en otro post), adolescentes, adultas, todas a full bailando al ritmo de Mª Jimena Pereyra. Nos acercamos a la barra a cobrar el cover, y nos atiende una chica que Dios me valga, pero quedamos con mi nena pegadas: un hermoso espécimen femenino al más puro estilo TLW, bueno, en el transcurso de la noche nos fijamos que todas las niñas que ahí trabajaban eran del mismo estilo. Fuimos al segundo piso, y había un espacio con una mesa de pool, varios sillones y otra pista de baile donde se desarrollaba justo un show en vivo, una cantante y unos transformistas o algo por el estilo. No pudimos ver mucho ya que estaba llenísimo.
Había todo tipo de mujeres, todo tipo de parejas, la mayoría correspondía a la “lesbi enchulada”, unas chicas guapísimas, muy bien vestidas, tomadas de la mano y disfrutando de la noche. La sensación dentro fue como cuando se ve la típica imagen de la Carmela que llega a la ciudad con el canasto con pollos y la chupalla, así nos sentimos, esto de ser provincianas nos dejó casi intimidadas frente a algo que para todas ellas era tan cotidiano, en cada fin de semana. No hubo atados, ni mujeres haciendo escándalos, ninguna dormía ebria en algún rincón. Todas dignamente, pasándolo el descueve.
Santiago es Chile. Nada más que hacer…
Saludos de Viajera Carmela, desde San Rosendo a la ciudad